Informe: La danza, luces y sombras

PRÓLOGO

Si bien este trabajo esta apuntado a lograr la aprobación de esta materia, también quiero conseguir que mis compañeros de curso se informen y tomen conciencia de lo que significa esta problemática y como impacta en la sociedad. Hoy en día las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantean que los trastornos alimenticios son la tercera causa de muerte en adolescentes, colocada luego de los accidentes de tránsito y la adicción a las drogas. Por esto me pareció importante poder llegar a concientizar por lo menos a una porción muy pequeña de la sociedad, mi curso, para poder generar un cambio, ya que los estereotipos que hoy encontramos en todos los medios, son extremadamente delgados, tomándolos como parámetro de normalidad y de belleza, en vez de tomarlo como una problemática que realmente afecta a la salud tanto psicológica como física.

El tema lo he enfocado al mundo de la danza. La danza es la perfección hecha arte. Llegar al mejor nivel en esta disciplina implica sacrificio.

Es un ambiente al que no todo el mundo tiene el privilegio de entrar, ya que se exige estar preparado y cumplir con reglas estrictas que pueden dañar psicológicamente y físicamente al bailarín.

¿Qué oculta la danza?

DESARROLLO

Lo más normal es que los bailarines cuenten que los mayores problemas que trae la danza son las lesiones físicas ya que se trata de una profesión muy exigente que implica muchas horas de entrenamiento y pueden llegar a acabar con la carrera de esta persona.

Es tanta la presión ejercida por el profesor y por el bailarín mismo para llegar a la excelencia que a lo largo de este interminable camino, el bailarín no es consciente del daño que le causa a su cuerpo.

Para no caer en esta trampa de la obsesión, la familia debe apoyar y trabajar con el autoestima de la persona.

Los bailarines están expuestos a niveles elevados de estrés y ansiedad en su vida profesional. Entre ellos la presión por mantener un peso corporal bajo (algunas veces de manera irreal), que les trae como consecuencia trastornos psicológicos y alimenticios que requieren de una terapia junto a la familia y en algunos casos más severos la ayuda de un profesional (nutricionista, psicólogo y/o psiquiatra).

1. Problema visto desde la Clínica Médica y la Nutrición.

Profesional entrevistado: Dra. Andrea Piñero – Médica Cirujana M.P 26460/6 – Médica en Nutrición M.T. 12039

Los bailarines no manifiestan todos los problemas que causa la danza, uno de ellos son los trastornos de alimentación como la anorexia, la bulimia y la anemia “que deben trabajarse interdisciplinariamente sino, no evolucionan bien” manifestó la nutricionista Andrea Piñero.

También se refirió a la bulimia, que es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una falta de control sobre la comida, con una ingesta de grandes cantidades de alimentos en un corto periodo de tiempo, acompañada por conductas compensatorias como consumo excesivo de laxantes o vómitos autos inducidos. El enfermo mantiene estas conductas en secreto, por lo que a veces es difícil que las personas de su entorno detecten el problema.

Además de la definición que se conoce por bulimia la profesional añadió “esta enfermedad trae aparejado el reflujo gástrico, esofagitis, gastritis e hipovitaminosis (carencia relativa de una o varias vitaminas en el organismo)”

La doctora Andrea Piñero, comentó sobre los trastornos alimenticios del bailarín “El cuerpo del bailarín con problemas alimenticios sufre diversos trastornos de salud:

Cuando el problema es la anorexia:

• la amenorrea (ausencia de la menstruación),

• caída del cabello,

• fragilidad en las uñas,

• anemia, que es la disminución anormal del número o tamaño de los glóbulos rojos que contiene la sangre,

• Osteopenia u osteoporosis (adelgazamiento de los huesos por pérdida de calcio),

• Tono amarillento en la piel,

• Anemia y problemas musculares, incluyendo el corazón.

• Estreñimiento severo; caída de la presión arterial.

• Respiración y pulso lento.

• Sensación de frio constante.

• Depresión y decaimiento.

• Y por ultimo perdida de fertilidad.

Cuando el problema es la bulimia:

• Garganta inflamada y adolorida por los constantes vómitos.

• Inflamación de las glándulas salivares.

• Desgaste del esmalte de los dientes.

• Reflujo y otros problemas estomacales.

• Dientes sensibles por exposición al acido del estomago.

• Irritación intestinal por abuso de laxantes.

• Deshidratación severa.

• Desequilibrio de electrolitos (nivel de sodio, calcio, potasio, y otros minerales)”.

1. Problema visto desde la Psicología.

Las personas (entre ellas las bailarinas) con anorexia nerviosa tienen una imagen distorsionada del cuerpo, e incluso se ven gordas cuando están peligrosamente delgadas, perdiendo el sentido de la realidad, llegando a utilizar los siguientes mecanismos defensivos:

Negación: ya que las mismas se niegan a reconocer los aspectos dolorosos de la realidad interna o externa.

Racionalización: ya que inventan explicaciones para encubrir sus acciones

Somatización: ya que la anorexia es una afección psíquica que se transforma en física.

Transformación en lo contrario: el individuo bulímico se aparta de los sentimientos e impulsos que lo hacen sentir culpables o ansiosos y pasa a percibir lo opuesto.

Disociación: ya que dividen a un objeto en bueno o malo sin encontrar un punto medio,

Gracias a estos mecanismos defensivos estas personas pueden ocultar su problema; hasta que se hace efectivamente evidente por la delgadez de sus cuerpos o comienzan a tener desmayos repentinos por falta de alimento.

Los factores que producen estos trastornos pueden estar relacionados con la baja autoestima, se sienten indefensas y con una profunda insatisfacción por su apariencia. Las personas con anorexia tienden a ser perfeccionistas mientras que las bulímicas suelen ser impulsivas. También debemos tener en cuenta factores físicos como la genética. Aquí podemos dar cuenta que, tenemos un porcentaje de temperamento, que se ve influido por lo heredado, hacen que la persona adquiera un carácter débil. Y otro porcentaje que tiene que ver con la personalidad de la persona. En el caso de los anoréxicos, su personalidad es de naturaleza lógica, ya que es exigente, meticulosa y no se le escapa ningún detalle; una vez que se propone algo lo lleva a cabo. En cabio en la persona bulímica podemos definir una personalidad de acción, ya que hace las cosas sin pensar ni hablarlas, con gran dificultad para postergar la acción, cundo se propone algo lo realiza, no registra sus emociones y las convierte en acciones. Maneja a los otros con mucha facilidad.

En estos casos las ilusiones perceptivas son falsas o inexactas, se deforma el objeto, en este caso el cuerpo, que conforma el estímulo de la percepción. Estas ilusiones afectan todos los sentidos.

Generalmente estos trastornos comienzan después de someterse a una dieta muy estricta, por practicar una danza que requiera determinada figura corporal, o por algún comentario de personas allegadas o no.

1. Problema visto desde una bailarina y actualmente profesora de danza clásica.

Ella es hoy profesora de Danza Clásica, pero nunca dejó de ser bailarina, pasión que la envuelve desde sus apenas seis años de edad.

En su adolescencia, gracias a sus condiciones y dedicación, fue seleccionada para de ser bailarina del Teatro San Martín de Córdoba.

Consultada sobre su experiencia personal con relación a estos trastornos alimenticios en dicha época, ella respondió: “Yo nunca tuve trastornos alimenticios, pero si comía muchos menos, no comía ni harinas ni dulces, sí muchas frutas y verduras, almorzaba bien y cenaba tostadas con queso y yogurt; en realidad comía un cuarto de lo que hoy como.”

“Me pesaban todos los días, y no podías estar en el ballet si aumentabas de peso, debías pesar siempre los mismo”.

”Todas las bailarinas fumaban muchísimo, porque cuando fumas te saca el hambre”.

“Indirectamente, los profesores te llevaban a estos trastornos, porque te obligaban a mantenerte en peso y a no excederte ni en medio quilo, debías estar muy flaquita”.

“Yo el máximo descontrol que hice, fue tomar unas pastillas que me sacaban el hambre, y en realidad no sabía que tenían, las tomé una mes porque tenía una función importante; hoy me doy cuenta que debían ser anfetaminas porque no comía nada y sé que estuvo muy mal”.

Hoy como profesora le recomiendo a mis alumnas: “que coman sano, que no coman porquerías, que no vivan a dieta, que consulten con una nutricionista, que no tomen cosas raras”

Y obviamente: “ni alcohol, no cigarrillos ni drogas”, que se alejen de todo lo que se perjudicial para su salud física y mental”

1. Problema visto desde el entorno familiar.

Los padres de bailarinas anoréxicas o bulímicas, se encuentran con el problema de que deben ayudar a su hija enferma pero también deben proteger al resto de la familia, ya que lleva un largo proceso de recuperación, y tendrán que informarse de cómo actuar en esos momentos difíciles.

Estar presentes es lo fundamental:

• Demostrarle cariño (la fortalecerá saber que cuenta con el amor inmenso de sus padres)

• Dedicarle tiempo (buscar momentos para compartir que le den normalidad su vida).

• Escucharla (charlas de cosas intrascendentes y de cosas importantes, mantener una comunicación fluida, que sepa que puede contar con ellos, sin ser juzgada).

De la charla con mis padres (conviven con una bailarina), ellos tratan siempre de estar informados y de ayudarme con una alimentación sana, y principalmente me acompañan en mi pasión por la danza dedicándome todo el tiempo que pueden y que sus trabajos le permiten, acompañándome en todos mis logros y manteniendo una comunicación sobre mis proyectos futuros siempre recodándome que no deje de lado la salud y las consultas a la nutricionista, porque sólo un cuerpo sano física y mentalmente, puede expresar y transmitir su baile al resto de la gente.

CONCLUSIÓN

He expuesto este tema, con la mayor seriedad que me transmite, he aprendido mucho y espero que las personas que lo lean encuentren en él algún mensaje.

Considero que las bailarinas deben tomar conciencia que un cuerpo y una mente sanos, sólo se puede obtener con una equilibrada alimentación (si es necesario con el debido acompañamiento profesional), con un buen cuidado del físico, con una gran contención de la familia, con una buena comunicación con sus seres queridos ante el menor sentimiento de inconformidad con la imagen que sientan que les devuelve el espejo, ellos podrán ayudarlas o buscar ayuda juntos donde corresponda.

Bailar y trasmitir, tiene que hacerlas felices, tienen que disfrutar de este hermoso arte, no padecerlo.

APÉNDICE

Nota publicada el 18/11/2015, en la página web valencia plaza.com

La danza mete el dedo en la llaga de la anorexia

'Cisne negro'

18/11/2015 -

VALENCIA. En 2012, la directora del Royal Ballet, Mónica Mason, afirmó tajante en una conferencia organizada por Dance UK, que cualquier director de una compañía de danza que asegura no haber trabajado nunca con un bailarín anoréxico “está mintiendo”.

La cita en Londres en torno a los trastornos de conducta alimentaria se derivaba del cisma que vivía la profesión. La danza se había visto señalada con el dedo tras el estreno de Cisne negro(Darren Aronofosky, 2010), donde la protagonista vivía episodios de desarreglos en su dieta, paranoia y autolesión, y dos años después, el mundillo clásico se removía de nuevo incómodo cuando la primera bailarina del Ballet de La Scala de Milán, Mariafrancesca Garritano, era despedida tras denunciar la anorexia y la bulimia escondidas bajo el tutú, primero en un libro titulado La verità, vi prego, sulla danza! (¡La verdad, os ruego, sobre la danza!) y después en una entrevista en The Observer.

Entre otras revelaciones, la estrella de la danza exponía que una de cada cinco bailarinas del gran teatro milanés sufría trastornos alimentarios, lo que las había incapacitado físicamente para ser madres, y siete de cada diez habían paralizado su ciclo menstrual al competir por pesar menos.

Con el tiempo, Garritano no recuperó su puesto de trabajo, pero se sintió moralmente compensada cuando La Scala financió un estudio científico sobre la nutrición de los bailarines clásicos que confirmó su testimonio.

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