Estereotipos de belleza
- Por Milagros Frizzoti
- 1 dic 2015
- 14 Min. de lectura

Mis objetivos generales serán describir los modelos de belleza propuestos por los medios de comunicación, investigar la influencia de los estereotipos difundidos sobre la imagen corporal, identificar algunos de los patrones de belleza presentados por los medios, conocer la influencia de los medios de comunicación en la población (sobre todo adolescente), explorar como es que surge este estereotipo en la sociedad y cuáles son las distintas opiniones acerca de ello en la misma.
En base a lo propuesto, una de los puntos principales que se investigará es la hipótesis de que existe una influencia por parte de los medios de comunicación, y cómo influyen en la sociedad, creando un único pensamiento colectivo (en la mayoría de la audiencia que consuma tal medio) e imponiendo un modelo de belleza que revoluciona los ideales de millones de mujeres adolescentes y adultas que se encontrarán en el miedo constante a subir de peso y verse mal, con el fin de ser aceptadas en una sociedad dominada por el culto de la imagen.
Mi investigación se basa en la relación existente entre los estereotipos de belleza de la actualidad, impuestos a través de los medios de comunicación, y las respuestas de la población frente a estos modelos culturales, es decir, las consecuencias resultantes en una sociedad consumidora de estos medios, los cuales muchas veces muestran la delgadez extrema como sinónimo de belleza. Además, todas las personas nos formamos con y en la sociedad, y por eso es importante tener en cuenta cómo influyen estas ideas sociales en aquellas adolescentes más vulnerables a los prejuicios y críticas, para la prevención de la salud, ya que esta problemática de la “belleza ideal” impuesta en la población mundial, que revoluciona a millones de adolescentes que se autoevalúan y obsesionan con la apariencia “perfecta”, es un tema que hace eco desde hace años y aunque haya generado debates, cuestionamientos y enojo alrededor del mundo, no pasa de algo efímero, pues los mismos medios que defienden el dilema de que la belleza es relativa, son los que promocionan cuerpos esbeltos y delgados, dejando un confuso mensaje en las jóvenes que muchas veces ignoran lo que es saludable y optan por dejar de comer y esforzarse para ser como las mujeres que se les presenta como modelos a seguir. Elegí investigar e informar sobre los estereotipos de belleza de la mujer (quien generalmente es la que se presenta más vulnerable al qué dirán) y sus impactos en la sociedad.
Toda la información utilizada para realizar el presente trabajo deriva de páginas de internet, videos y artículos realizados por profesionales, sin embargo quisiera agradecer a todas aquellas personas que me han brindado su ayuda, mi familia que colaboró con datos imprescindibles y recomendaciones, especialmente a mis papás, por acompañarme en el proceso de elaboración del informe, por su presencia, paciencia y ayuda, y a mi fiel amiga María José, por inspirarme con el tema del que hablo.
Milagros Frizzotti.
Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina.
18/11/15
INTRODUCCIÓN
Según la Real Academia Española, la belleza es el conjunto de cualidades de las cosas o de las personas, cuya manifestación sensible produce placer, deleite o admiración. La belleza es un cualidad abstracta y subjetiva (lo que para unos es bello para otros puede no serlo) y siempre ha sido relevante para los seres humanos, fue estudiada por filósofos, descrita por escritores, plasmada por artistas, y es normal tender a estereotiparla poniendo etiquetas y características específicas para considerar que es bello.
Un estereotipo de belleza es algo impuesto por muchos, que forma parte de la vida cotidiana, hasta el punto que se lo toma como unidad para medir qué somos y qué no somos, es una serie de características que forman parte de alguien a quien la sociedad somete a un juicio, definiendo como estético o antiestético, es decir, la gente acepta o rechaza lo que es bueno o malo según su criterio, gusto, pertenencia sociocultural y razonamiento.
Escogí el tema de los estereotipos de belleza en la mujer, ya que es una problemática social que está presente en todas las mujeres desde hace muchos años y afecta la percepción que tienen sobre ellas mismas.
Es fundamental que las mujeres se concienticen que los medios de comunicación venden a través de sus inseguridades. Esto tiene como consecuencia que la gran mayoría no acepte su físico, a tal punto que algunas optan por recurrir a dietas estrictas, ejercicio excesivo y hasta cirugías estéticas, abusando de lo que le es natural y sano y que a la larga las puede poner en peligro de padecer trastornos alimenticios, tales como la anorexia y la bulimia, que es tal el riesgo que generan estas enfermedades en una mujer que pueden poner en riesgo su salud hasta el punto de atentar con su vida. Actualmente el estereotipo de belleza impuesto por la propia sociedad se ha establecido a lo largo de los últimos años y predomina en distintas partes del mundo (casi globalmente exceptuando algunas culturas y muy pocos países) ya que los medios se han encargado de reforzarlo, mostrándolo siempre en primera plana de revistas y convirtiendo a quien sea que entre en el mundo del espectáculo en una joven 90-60-90, ya sea cantantes o actrices todas son criticadas si no cumplen con una talla similar a la indicada como “ideal”.
Los cánones de belleza a lo largo de la historia y en la actualidad
La definición de estereotipo según la RAE es: “una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable”, por lo que los miembros de una comunidad se delimitan por características generalizadas, etiquetas que crea la sociedad.
Los cánones de belleza han cambiado con el paso del tiempo, siendo diferentes en cada cultura hasta hace ya unos años luego de que surgieran los medios de comunicación, que fueron el factor clave para que el ideal de belleza se homogeneizara, y existen desde la prehistoria, los hombres elegían a las mujeres que tenían los órganos reproductores muy marcados. En el antiguo Egipto, la belleza consistía en que el cuerpo debía estar armónicamente proporcionado, la mujer debía ser delgada con pechos pequeños y caderas anchas, aparte de tenían que estar aseadas y realizar rituales de belleza. En la Edad Media para ser atractivas, las mujeres debían tener piel blanca, ojos, nariz, boca y senos pequeños. En el Renacimiento las mujeres eran más bellas si tenían cuerpos finos y delicados. Alrededor de los años 50 las mujeres de anchísimas caderas, con redondeadas y voluptuosas piernas fueron los modelos a seguir y así sucesivamente, los ideales de belleza en el mundo fueron cambiando radicalmente. La mujer a lo largo de toda la historia estuvo condicionada por los estándares de belleza de la sociedad y siempre fue criticada por lo que los demás consideraban bello, desde los comienzos de la humanidad el hombre buscaba determinadas características en el físico de la mujer. El canon de belleza es el conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como atractivo o deseable, es históricamente variable y no es igual en las diferentes culturas. En la actualidad las mujeres se sienten presionadas y se ven juzgadas por los cánones estéticos que con el tiempo son cada vez más exigentes.
La imposición de ser bella recae principalmente sobre la mujer. La belleza femenina fue una de las más codiciadas figuras por los artistas, de allí que su cuerpo, convertido en objeto de deseo desde tiempos inmemoriales, tomado por la publicidad y así el cuerpo se convierte en un objeto vendible. “Estar perfecta”, “ser perfecta” frases que muy a menudo se refieren al deseo de una mujer de parecerse a aquella que todos anhelan. Los estereotipos son constructores y ordenadores de las relaciones sociales. En los medios la mujer perfecta es presentada como aquella belleza última, sin referentes, que da sentido a las contiguas. Es sobre todo una imagen, una imagen a la cual desear, y eso es, quizás, lo que finalmente está destinado a buscar el ser humano consumidor para constituirse como imagen deseable.
Nuestra sociedad se ve "invadida" por la notoria discriminación de los mismos actores sociales influenciados por la moda y los medios.
Influencia de los medios
La gran influencia que tienen sobre nosotros los medios de comunicación y la revalorización de estos modelos corporales generan, como consecuencia el desprecio por todo aquello que no se ajusta a los mismos, lo cual nos ha llevado a asimilar erróneamente estos cánones con el éxito tanto emocional como profesional y social.
La televisión, al igual que otros medios, tiene el poder de crear valores sociales y ejercer influencia en las personas porque promueve estereotipos, ofrece modelos y definiciones. Esta idealización del cuerpo a través de los medios de comunicación, tiene consecuencias negativas para los individuos que observan como sus cuerpos se diferencian de estos patrones y cómo los gustos tanto de hombres como de mujeres se encuentran tremendamente influidos por los modelos que nos ofrecen. Como consecuencia los hombres buscan a la mujer ideal que les ofrecen los medios identificándola con el éxito social y el deseo sexual, y las mujeres aspiran a convertirse en modelos de belleza para ser así deseadas por los hombres. Esta confusión entre deseo y belleza, entre éxito y apariencia conlleva a numerosos problemas de frustración con el propio cuerpo.
Los medios de comunicación son los instrumentos más eficaces de comunicación masiva, mediante los cuales las personas se informan de acontecimientos y sucesos de todo el mundo, pero también tienen como función la transmisión de ideologías y también son utilizados como instrumentos de manipulación de la opinión pública. En la actualidad, existen distintas revistas de moda en donde se pueden encontrar secretos de belleza, dietas para bajar de peso, rutinas de ejercicio físico, tips para ser perfecta en el trabajo y más. Es común ver en programas de televisión, mujeres delgadas y bellas, pero no sólo la belleza es sinónimo de delgadez sino que también lo es la juventud; en la actualidad, pueden verse muchas actrices que superan los 40, rejuvenecidas gracias a la magia de la cirugía estética y cosméticos de todo tipo. El mundo del cine también se encuentra representado en su gran mayoría por mujeres delgadas, siendo las más alabadas por los hombres y la sociedad entera, mientras que las actrices de mayor peso, suelen ser las receptoras de comentarios negativos por el público masculino. Muchas de las noticias que se pueden encontrar en internet, acerca de las estrellas más famosas de Norteamérica tienen que ver con su delgadez o gordura. Resulta angustioso la presencia de imágenes de mujeres tan delgadas, que llegan al punto de manipular el pensamiento o creencia de un gran número de mujeres de que los cuerpos de las mujeres comunes y corrientes, se han convertido en insulsos y hasta invisibles para los medios de comunicación. Es por ello que una gran cantidad de mujeres, sobre todo adolescentes, incorpora estos estereotipos como ideales que deben alcanzar, e incluso se juzgan a sí mismas, producto del malestar generado por las diferencias encontradas en su imagen. Y así existen mujeres que constantemente se comparan con otras de su entorno, o con aquellas que aparecen en publicidades, o que pertenecen al mundo del espectáculo y se asemejan a lo propuesto por los cánones culturales de belleza, hasta tener a veces una obsesión por la belleza y la delgadez. Son claros los mensajes para la promoción de la delgadez, las dietas y la belleza, que cada vez convencen a más mujeres en todo el mundo, de que deben mantenerse en movimiento, que es necesario que mejoren cada vez más y que la belleza femenina es como un objeto que deben ir perfeccionando.

Moda y modelos
Una nota del diario Clarín titulada “Marcas de moda en la mira ¿A qué modelo de mujer se dirigen en sus campañas?” plantea en su contenido que la mayoría de las veces la modelo aparece sola y no se sabe si está casada, tiene hijos, amigos o un rol destacado como artista, profesional, mujer ejecutiva, por ejemplo. En el 72,80% de las piezas publicitarias las modelos están serias y desconectadas del entorno (aparecen abstraídas o reflexivas). En la mitad de las piezas analizadas las modelos no realizan ninguna acción. Tampoco miran a la cámara. En el 73,73% de los casos la imagen es muy femenina. También se mencionó que se advierte en ciertas marcas un esfuerzo por vincular a la moda con valores más trascendentes como la cultura o el cuidado del medio ambiente, es decir que en la mayoría de estas publicidades se genera una realidad imposible, transitable sólo para unos pocos, y se burlan de los desplazados que aunque con “actitud” son seres de segunda clase, quienes podrían aspirar a porciones de éxito mediante el consumo desenfrenado de productos. La imagen fascina y captura, y en esa construcción mística e irreal, no permite muchas veces el desarrollo del pensamiento. Así funciona la publicidad, dosis de ideología ajena, constantes y alegres, que quieren que el producto sea-pertenezca a quien lo ve, como también lo que se impone en el físico de la modelo publicitaria. La misión del cuerpo publicitario es atraer y configurar, de manera que el que lo vea asimile aquella belleza como la última a aceptar. Bello es, finalmente, lo que los medios de comunicación dicen que es bello. Sólo eso. Eso también se podría aplicar a la moda, que es efímera y cambiante por definición, y quien no siga la moda será dejada de lado. La variable estética ligada al éxito y a la felicidad planteó a la belleza como un factor más, esencial y determinante, en cuanto a la autorrealización del sujeto. El cuerpo de la mujer es usado en la publicidad, en televisión y en cine como el máximo ostentador de sensualidad.
Una gran cantidad de mujeres, hoy en día están constantemente interesadas en la moda y esta se encuentra en muchos medios de comunicación, por lo que están continuamente persuadiéndonos con lo que debemos o no usar. La moda ha implantado un estereotipo que muy pocas mujeres pueden tener. Antes las modelos eran extremadamente flacas y ahora es una figura delgada de vientre liso, senos firmes, en proporción, altas de piel cuidada y bronceada, piernas largas y tonificadas, pelo largo, cuidado y con volumen.
En la actualidad, cada vez desde más jóvenes, las niñas consumen distintas revistas dedicadas al público adolescente, que establecen un ideal de cómo deben producirse para verse “bonitas” y parecerse a los modelos de belleza establecidos, desde pequeñas, y muchos de los consejos y valores que fomentan son asumidos como algo firme. Se muestran celebridades, modelos a seguir de estas jóvenes consumidoras, muy atractivas físicamente, que muy pocas veces (casi nunca) presentan sobrepeso, acné o visten diferente a lo que se establece en el patrón de lo que está de moda en el momento, presentan esa imagen ideal que se vende en todos los medios de comunicación. Y tampoco nunca pueden faltar las secciones en las que se aconseja a las adolescentes sobre cómo estar linda para gustar. La mayoría de las veces, esa belleza se identifica plenamente con el atractivo físico y se basa en el uso de productos de belleza, cosmética y la compra de ropa para poder estar atractiva.
Los estereotipos en la adolescencia
En la actualidad, existe una gran difusión de los modelos ideales de belleza y delgadez, y la población adolescente es considerada como el receptor más vulnerable de estos modelos. Las jóvenes de 14 a 18 años son quienes resultan más influenciadas y afectadas por lo que se les muestra y publicita en distintos medios, realizan autoevaluaciones de su propia imagen corporal, se comparan con adolescentes de su alrededor y con modelos y celebridades que el medio les presenta como cuerpos perfectos y únicos modelos de belleza. A diario se puede ver en distintos programas, realitys y revistas, como también en el mundo de la música y el cine, chicas delgadas, con curvas, sin acné, entre otras características. Muchas de ellas suelen ser tomadas por la audiencia en general como ejemplos de perfección y este es uno de los puntos de partida del porqué del pensamiento colectivo de una población mundial en la cual el modelo de belleza es sólo uno y si se es diferente a lo que la propia sociedad ideó no se es “bello”.
La adolescencia es una etapa de pleno desarrollo, tanto físico como mental, caracterizada por múltiples cambios, en donde la apariencia comienza a tener mayor relevancia. En la actualidad, los medios proponen un estereotipo cultural de belleza con mujeres de cuerpos “ideales”, formando un pensamiento colectivo que se basa en la delgadez como sinónimo de éxito y a la gordura como sinónimo de fracaso. Los adolescentes son los receptores más vulnerables de estos estereotipos ideales, ya que en esta etapa de la vida es normal la falta de estabilidad, y el joven se encuentra en la búsqueda de un modelo a seguir que será captado para la construcción de su identidad y con el que posteriormente intentará lograr algún parecido físico, es por ello que puede existir una angustia e insatisfacción ante cualquier diferencia que pueda presentar su imagen corporal en comparación con los patrones culturalmente aceptados. El seguimiento rígido de estos patrones de belleza puede dar lugar a conductas de riesgo que atenten contra su salud, como por ejemplo la realización de dietas extremas, excesivo ejercicio físico. La presente investigación apunta a conocer la incidencia de estos modelos difundidos por los medios de comunicación, que afecta a millones de adolescentes alrededor del mundo.
Consecuencias de los estereotipos de belleza
Las mujeres son el blanco perfecto para que las empresas ganen dinero, ya que toman sus inseguridades para vender los productos con los que se pueden sentir más seguras. Cada vez son más mujeres que están dispuestas a todo para sentirse bien, desde cirugías estéticas, para arreglar cualquier cosa que no guste o convenza con el fin de moldearse para obtener un cuerpo que se asimile al estereotipo establecido, hasta hacer excesivas dietas que puedan desembocar en trastornos alimenticios, lo cual afectará su vida cotidiana, arriesgando su vida. Muchas mujeres se ven afectadas por los estereotipos ya que no alcanzan a cubrir las expectativas propias o de la sociedad que les rodea.
Conclusión
Luego de la investigación realizada y el conocimiento de nuevos datos y estadísticas, veo este tema con otra mirada. Al principio no era un tema del que me entusiasmara escribir pero a medida que más leía y conocía me interesaba saber más sobre el tema. Ahora me parece que es necesario ayudar a las personas a aceptar y entender que las diferencias no son malas, puesto que una sociedad que no integre y eduque a sus individuos está destinada a la destrucción. El hecho de que exista un solo ideal de belleza en inaceptable, y se torna imposible cuando hablamos de una población tan grande y distinta entre sí. El físico no es lo más importante, claro que se debe realizar ejercicio y llevar una alimentación saludable, pero no se lo tiene que llevar a un extremo, una mujer con una personalidad segura y simpática va a ser bella siempre, por lo que debemos trabajar primero en estar bien con nosotras mismas, sin ningún tipo de exceso, y luego mostrar esa seguridad, y todo es respaldado por la actitud que mostremos.
Los medios de comunicación tienen una gran influencia en las personas, no solamente porque determinan cual es el ideal de belleza, sino porque nos lo recuerdan contantemente y lo asocian con el éxito para conseguir una pareja, tener trabajo y el simple hecho de ser aceptado por la sociedad. Los medios de comunicación venden imágenes, ideales, conceptos de como deberíamos vernos y quien deberíamos ser. Como mujeres nos dicen cómo debemos vernos y desde pequeñas nos inculcan que tenemos que invertir mucho tiempo arreglándonos y sentirnos culpables si no nos vemos como las mujeres que nos enseñan. Debemos darnos cuenta que nosotras mismas somos nuestros propios estándares de belleza, cada una con su versión original, debemos esforzarnos por sentirnos bien y no por vernos bien.
“La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.” George Sand.
Datos interesantes
Los resultados provienen de un estudio realizado por la firma de belleza Dove en el marco de su investigación internacional sobre el desarrollo de la autoestima y el impacto de los ideales de belleza en la vida de las mujeres y adolescentes. El estudio fue realizado a 3.300 mujeres en once países, y se reafirmó que la satisfacción de una mujer con respecto a su apariencia está estrechamente relacionada con su autoestima. 90 % de las mujeres en todo el mundo desean cambiar al menos un aspecto de su apariencia física. El 67 % evita ciertas actividades porque se siente mal con su cuerpo. Más de la mitad de las mujeres de 15 a 64 años de todo el mundo desearían haber visto en las revistas, adolescentes y mujeres, que se parecieran más a ellas. Una de cada 10 mujeres pone en riesgo su salud al evitar ir al médico por estar disconforme con su cuerpo. El 14% de las mujeres y el 19% de las adolescentes asumen tener baja autoestima. Las chicas empiezan a preocuparse por su aspecto físico a los 14 años. Seis de cada diez mujeres reconocen haber hecho dieta en distintos momentos. Y el 50% considera seriamente someterse a una cirugía estética. Seis de cada 10 mujeres de 15 a 64 años de todo el mundo creen que las madres han sido una influencia positiva sobre los sentimientos acerca de sí mismas y de su belleza.
Comments